¡Hola!
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La primera vez que T* me hizo las uñas (para arreglar el desastre de la persona anterior) |
Por mi
Instagram os he ido contando que, estos últimos meses, me he ido haciendo las uñas de gel. Bien,
no me las he hecho yo, ya que yo sólo sé hacerme las uñas permanentes, pero si he asistido a dos personas que me las han hecho y no con ambas ha ido todo igual de bien.
LA PRIMERA VEZ
Si no me equivoco, la primera vez que me hice las uñas de gel, fue a mediados de mayo. La verdad es que no me disgustaron, pensé... Son uñas de gel. Me las hicieron con "tips"- para quien no lo sepa el tip es una extensión de plástico que se pone para hacer la uña más larga - y me quedaba la uña mucho más ancha que mi uña natural.
Además, al limarme las uñas me hizo varios destrozos en la cutícula, podéis ver como llevaba el pobre dedo meñique en la foto de arriba. Asumo el mea culpa pues fui a una chica que justo acababa de empezar, aunque me habían hablado muy bien de ella.
La cuestión fue que, por suerte o desgracia, el fin de semana siguiente se me rompió uno de los "tips" y iba con el plastiquete blanco a modo de cuchilla.
Visto tal desastre y con el
tip roto y más afilado que un cuchillo, decidí buscar a otra persona que me hiciera las uñas. Entonces encontré a
T*. Vive cerquita mío así que decidí probar. Me dí un
ultimatum con las uñas y me dije
"si no me las hacen bien esta vez... me retiro y sigo con mis esmaltes".
Pues bien, cuando
T* me hizo las uñas fue una maravilla - ver la foto de arriba del todo -, entré con unas uñas desastrosas y salí de su casa más feliz que una perdiz.
Las sucesivas más de lo mismo. Podéis ver las fotos de la tercera y la cuarta vez a continuación:
¿ POR QUÉ HE DEJADO DE HACÉRMELAS?
Las uñas de gel quedan preciosas y me encantan, pero llegó un momento en que decidí tomarme unos cuantos meses de relax sin hacerme las uñas por tres motivos principales:
- Últimamente, en el dedo gordo de la mano derecha, se me hacía como una ampolla de aire. La verdad es que me daba bastante miedo que me entrara agua o que pudiese quedar humedad y, por ende, que se me formara un hongo en el dedo. Supongo que mi uña ya necesitaba descansar después de cuatro veces seguidas.
- Dejar descansar la uña y fortalecerla.
- Aburrimiento. A mi me gusta trastearme las uñas cuando me apetece. La verdad es que es muy cómodo que te duren tres semanas o un mes, pero hay veces que me apetecía coger y pintármelas de alguno de mis colores chillones.
A mi me encantan las uñas de gel tal y como me las hacía
T*, pero la verdad es que el gel debilita la uña - aunque cuando las llevas hechas... puedes romper sandías con esas uñas ☺-, pero hace falta dejarlas descansar y respirar de vez en cuando.
Y bueno, a lo que iba.
Cuando decidáis que no queréis haceros más las uñas y remover las que lleváis, por favor, ¡que lo haga un profesional! No la liéis parda como yo, que decidí un buen día quitármelas por X motivos y me tuve que hacer con un bote de acetona gigante para que no me hiciese prácticamente
nada.
Así que, si decidís probar las uñas de gel, tener en cuenta todo esto que os cuento y, sobretodo,
buscad a alguien profesional y de confianza, que sepáis que os va atender con amabilidad y SOBRETODO va a procurar lo mejor para vuestras uñas.
¿Habéis probado este tipo de esmaltado?
¿Os ha gustado?